21-12-2014 La crónica del Juvenil

    Nadie dijo que escribir una crónica fuese tarea fácil, pero como estamos para lo fácil y lo difícil ahí va ésta que no sabemos si será crónica o cómo llamarla ante lo sucedido el sábado. Hemos contado hasta tres (sábado , domingo y lunes). 

 

    En principio, de la parte deportiva decir que la primera parte transcurrió con absoluta normalidad. Se veía a nuestros jugadores un poco atascados en el centro de campo ante la ausencia de varios jugadores titulares. Los verdes estaban muy bien posicionados en todas sus líneas y se puede decir que nos estaban dominando y llegaban con más claridad. No obstante en una jugada dentro del área visitante, nuestro delantero hizo un sombrerito y pegó en la mano levantada del defensa en un claro penalti que transformó limpiamente Nico. Era el minuto 30. Pero las ocasiones de los de Tudela se sucedían y no tardó en llegar el gol tras una serie de lanzamientos al borde del área. 

Rebotes y más rebotes hasta que la pelota entró.

 

    En la segunda parte la tónica era más o menos la misma y no tardó en llegar el segundo de los visitantes. Una vez más en esta temporada tocaba sufrir pero los nuestros lo afrontaban con valentía y recogiendo el guante de ese reto que es ganar cuando las cosas se ponen difíciles, pero entonces sucedió lo que nadie esperaba. Minuto 55 Nico abre los brazos para solicitar falta, el árbitro le muestra la segunda amarilla y lo expulsa. Minuto 65 Miguel pide falta y recibe amarilla, pide explicaciones y es expulsado. Minuto 70 Emilio se enzarza en una discusión verbal con un rival y el árbitro lo expulsa (sólo a él). 

    Los jugadores se sublevan, piden explicaciones y el árbitro expulsa a Andoni… el público no da crédito, los jugadores se arremolinan en torno al árbitro y suspende el partido a falta de 20 minutos… 

    

    Como no queremos justificar lo sucedido cargando las tintas en una persona, solamente diré que un humilde servidor narra lo sucedido, no juzga. Si no hay más que lo que consta en el 

acta resulta que un partido se suspende cuando faltan cinco jugadores, no cuatro y no constan 

motivos graves para la suspensión. Así que a esperar qué ocurre. Que  la directiva realice su trabajo, la Federación el suyo y el entrenador y los jugadores lo que les toque. 

    

Lo que toca es reprender a los jugadores para que sean más listos, no hablen con el árbitro, no discutan con los contrarios y no protesten jamás. Cuando vienen mal dadas toca mantener la calma, ser inteligentes. Estos sucesos sirven para aprender y coger experiencia y, si se sabe ver el lado bueno, para unir al equipo. Toca entrenar más, estar más unidos que nunca y luchar mucho más en el próximo partido.

 

Mucho ánimo. Feliz Navidad.